domingo, 28 de octubre de 2007

El espacio


Podría comenzar este texto afirmando un aula tal como lo indican tanto la definición de la Real Academia Española como la acepción popular, un aula es entendida hoy como la "sala donde se celebran las clases en los centros docentes". El término inglés, classroom, refleja más ampliamente lo afirmado en el párrafo precedente al integrar el vocablo room, sala, pero también lugar, espacio. Por lo que aula pasa a ser un "espacio de clase".

En todos los casos, lo que hace que un aula sea tal, es la praxis que en ella se realiza. El aula, entonces, es aula en tanto efecto de la acción de enseñar y aprender. El aula es aula en tanto efecto de la acción pedagógica. Y ¿qué es la Pedagogía, sino un tipo de discurso? Por lo que puedo afirmar que el aula es aula en tanto efecto del discurso pedagógico.

Sin embargo, esta reflexión no fue necesaria hasta ahora. No era importante plantearse al aula en estos términos. ¿Por qué? Porque hasta el advenimiento de la virtualidad (de la mano de Internet, por poner un hito con el que popularmente se la asocia , no había posibilidad de que varias personas se encontrasen para enseñar y aprender (ejercieran la praxis educativa) sino en un lugar físico común.

Antes de los cuestionamientos que surgieron en estos nuevos contextos, el aula tenía un status de materialidad/realidad indiscutida constituida por varios elementos: la estancia o salón, el mobiliario, el pizarrón, las ventanas. El aula integraba "naturalmente" determinadas tecnologías que servían a sus propósitos, ligados a la acción de hablar, dictar, leer y manuscribir.
La arquitectura escolar surgió como un planeamiento que optimizaría racionalmente el control disciplinario que la Escuela, como ejecutora de la alianza Padres / Estado, ejercería sobre los cuerpos y las mentes infantiles con el objeto de la inserción plena y productiva en la Sociedad, y la formación de ciudadanos del Estado.

Michel Foucault, en su obra "Vigilar y castigar" hace un exhaustivo análisis de la disciplina, tanto en la Prisión como en la Escuela.

Y la disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio, para lo cual emplea varías técnicas: la clausura (especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado en sí mismo); el emplazamiento funcional (es decir, espacios altamente codificados para seres humanos y cosas); la distribución analítica del espacio ("a cada uno, su lugar; y en cada emplazamiento, un individuo").

De aquí que, a partir del Siglo XVIII el aula escolar se conforma como contenedora de una clase compuesta de elementos homogéneos – individuos colocados uno al lado del otro bajo la mirada vigilante del maestro – que realizan la misma actividad inserta en una secuencia graduada. La escuela, bajo esta forma, se vuelve "una máquina de aprender, pero también de vigilar, de jerarquizar, de recompensar".
La Pedagogía moderna, basada en la clasificación y seriación de sujetos y contenidos, registros, ejercicios programados, etc., desarrolla tecnologías disciplinarias tanto materiales como de gestión, tendientes a la optimización de los procesos:

  • Divide la duración en segmentos sucesivos o paralelos, cada uno de los cuales debe llegar a un término especificado, en suma descomponer el tiempo en trámites separados y ajustados.
  • Ordena estos trámites según un esquema analítico.
  • Fija un término a cada segmento mediante la aplicación de una prueba (el "examen") cuya función es medir el rendimiento absoluto (respecto de lo enseñado) y relativo (respecto de sus compañeros) y garantizar la homogeneidad del producto.
  • Dispone "series de series" de manera que cada individuo se encuentre definido en un punto de esta serie temporal, punto que define su nivel o rango.
Estos nuevos espacios y tiempos disciplinarios permiten el surgimiento de un nuevo "saber-poder": el saber pedagógico y la ciencia de la administración. La clase en la pedagogía disciplinaria con su espacio definido, el aula, y su seriación del tiempo, marca así una ruptura del tiempo "global" de la instrucción medieval. Espacio - organización y distribución en el aula - y Tiempo – segmentación y seriación de la actividad- se vuelven categorías analíticas básicas para la disciplina, que aumenta las fuerzas en términos de utilidad y las disminuye en términos políticos de obediencia. Es la virtualidad la que aporta un aparente "nuevo problema" en forma de "aula virtual", pero que en realidad es una nueva problematización que alcanza a todas las versiones de aula, incluidas las tradicionales .

1 comentario:

María Dolores Díaz Noguera dijo...

Muy bien. Me gusta mucho. Hay que incluirlo en la historia colectiva.